1.- VIVIAN GORNICK. “LA MUJER SINGULAR Y LA CIUDAD”
“El impulso que no se materializa se convierte en falta de coraje. La falta de coraje fragua y se convierte en tedio”. Puede que no sea la cita más esencial del libro de Vivian Gornick, que he devorado esta semana, pero es que a mi me ha ayudado a hacer algo que tenía pendiente, un impulso no llevado a cabo que se estaba convirtiendo en una bola indigesta. Escuchaba esa voz que me decía que le quitara importancia y me olvidara, pero ya conozco esa voz y sé que es tramposa. “Todas tenemos puntos ciegos”, como dice mi amiga L. Pero de vez en cuando algo te hace ver, aunque sea fugazmente. Solo hay que estar atento. En cuanto llevé a cabo aquel impulso atragantado, me sentí más ligera y feliz.
Más allá de esa cita, el libro de Gornick es un canto a la amistad y una declaración de amor a la ciudad, lo que es maravilloso en una persona de su edad, porque con los años parece que todo el mundo solo quiera perderse y aislarse en el campo. Amar la ciudad es creer en el encuentro con el otro, en la bondad de los desconocidos, es seguir hambriento de novedades. Gornick (Nueva York, 1935) combina retazos de escenas vividas en las calles de NY, con reflexiones personales y conversaciones con su amigo Leonard; historias de amor (o el arrebato irracional de gozo que llamamos amor), citas literarias -de Keats al cuento de La princesa y el guisante– y finalmente el retrato de una mujer que no se conforma y que lucha.
Acabo con esta cita del emperador romano Cayo: “Ningún hombre tiene derecho a esperar la amistad de los demás si no es amigo de sí mismo. Este es el primer y principal deber de los hombres, ser amigos de sí mismos. Hay miles de personas que no sólo son hostiles consigo mismas, sino que frustran las mejores intenciones de los demás de servirles; y aún así, ésos son los que más suelen quejarse de que ‘en este mundo no existe tal cosa como la amistad’”. Seguir leyendo ‘Lo mejor de la semana 3’